miércoles, 30 de mayo de 2018

  • Un año después del estallido de la bomba de Hiroshima, en la primavera de 1946, a cerca de un kilómetro de distancia del epicentro de la explosión, un viejo Ginkgo destruido y seco empezó a brotar, mientras que un templo construido frente al mismo fue destruido por completo. Para Hiroshima se transformó en símbolo del renacimiento y objeto de veneración, por lo que se le llama "portador de esperanza".​ El árbol fue documentado y fotografiado como el ginkgo de la bomba atómica de Hosenbo en Hiroshima.​